
Sequía
La sequía es una anomalía climatológica transitoria en la que la disponibilidad de agua se sitúa por debajo de lo habitual de un área geográfica. El agua no es suficiente para abastecer las necesidades de las plantas, los animales y los humanos que viven en dicho lugar.
Existen varios tipos de sequía:
• Agrícola: falta de agua o humedad en el suelo para satisfacer demandas agrícolas.
• Hidrológica: escasez en fuentes de agua como ríos y acuíferos.
• Flash droughts: sequías que ocurren de forma repentina y se agravan rápidamente.
• Megasequías: periodos prolongados de sequía que pueden durar décadas o más.
En general, una sequía es preocupante cuando no hay suficiente agua para cubrir necesidades básicas.
¿Cómo agrava el cambio climático la sequía?
El cambio climático está haciendo que las sequías sean más probables y más severas. Aunque no es extraño que ocurra una sequía, el cambio climático ha empeorado esas condiciones para que, cuando se presentan, sucedan en un clima más cálido y, en algunos casos, con menos precipitación. Esto tiene consecuencias serias en la calidad y cantidad del agua disponible para las personas y los ecosistemas.El calor provoca menor acumulación de nieve, deshielo más rápido, mayor evaporación de lagos y ríos, y mayor evapotranspiración del suelo y las plantas. En ciertos casos, también hay evidencia de que el cambio climático modifica patrones de lluvia, impidiendo que el agua llegue a zonas necesitadas. Estos efectos combinados han transformado sequías moderadas en situaciones severas o extremas.